Pequeña como es, avanza sin temor
La niña rural Yara, quien quedó al cuidado de su abuela, emprendió sola el camino hacia la ciudad tras la muerte de esta, con la esperanza de encontrar a sus padres. Sin embargo, fue cruelmente rechazada porque ambos habían formado nuevas familias. Al mismo tiempo, la anciana que Yara había ayudado por accidente, presidenta de un gran grupo, también la buscaba y se encargó de reprender a sus padres desalmados.
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